Todos los padres saben que un pequeño de apenas unos años de vida puede tener una voluntad tan firme como la de un adulto que sabe y está seguro de lo que hace. A veces, puede ser tan desafiante que, en vez de enojarte, termina dejándote sin palabras. Este comportamiento es parte del proceso de crecimiento de los niños, quienes siempre ponen a prueba el funcionamiento del sistema de disciplina a su alrededor.

La voluntad firme, y las actitudes desafiantes también, pueden provenir después de un evento que traumatizó la vida del niño y que afectó su sentimiento de estabilidad. Cuando un niño empieza de repente a comportarse mal o a ser renuente a las órdenes de sus padres, a menudo existe un motivo oculto que el niño no sabe cómo manejar. Su actitud quizá esté hablando de una necesidad de atención, cuidado o que los padres tomen medidas sobre la situación que les genera inseguridad.

Descubrir la razón del comportamiento del niño puede tomar tiempo, pero los padres pueden empezar con la evaluación de sus manifestaciones y, poco a poco, encontrar lo que motiva su mal comportamiento. Ya sea un pequeño que por naturaleza esté probando su territorio, o uno que esté pidiendo atención y seguridad, los padres deben aplicar principios de conducta que en cualquiera de ambos casos le brindarán al niño un ambiente de seguridad y estabilidad.

Principios esenciales para la crianza de los hijos*

 

“Tú eres el líder y el que manda, y eso debe quedarles claro a los niños desde temprana edad”.
  1. Enseña el respeto por la autoridad

Tú eres el líder y el que manda, y eso debe quedarles claro a los niños desde temprana edad. No se trata de ser agresivos ni de estar enojado la mayor parte del tiempo. Aun así, debes estar seguro de tu posición y proyectársela a tus hijos. Si ven un líder frustrado, llorando y gritando porque no puede lidiar con la situación, no serás digno de su respeto y lealtad.

  1. Define los límites antes de hacerlos cumplir

El niño debe saber lo que debe y no debe hacer. Esto eliminará el sentimiento de injusticia a la hora de disciplinarlos por algo que no hicieron bien.

  1. Haz una distinción entre el desafío intencional y la responsabilidad infantil

Los niños rompen cosas, derraman líquidos y crean desastres como parte de su irresponsabilidad infantil. La paciencia y la tolerancia son los mejores recursos para hacerle frente a situaciones así. Tales realidades son casi siempre involuntarias, y se irán corrigiendo a medida que crecen. Sin embargo, cuando el comportamiento representa una determinación a desobedecer, como cuando pintas una línea en el piso y el niño decide cruzarla a sabiendas, algo muy diferente sucede en ese momento. Ambos se preguntan: «¿Quién va a ganar?». Si no le respondes esta pregunta a tu niño de voluntad firme de una manera decidida y clara, esto seguirá creando batallas que generarán la pregunta una y otra vez.

En resumen, ser padres puede ser una tarea difícil, en especial cuando la cultura batalla con fuerza a fin de apropiarse de la vida de tus hijos. Por lo tanto, si quieres ganar y tener hijos que se conviertan en hombres de verdad, debes saber que no estás solo, pues tienes a Dios que es un Padre amoroso y fiel que escucha y responde al clamor de tu corazón.

* Estos tres principios se tomaron y parafrasearon del libro Cómo criar a un niño de voluntad firme, del Dr. James Dobson.

Citas y recursos Unilit:

Cómo criar a un niño de voluntad firme, disponible en Editorial Unilit. Autor: Dr. James Dobson. Editorial Unilit 2018.