¿Cómo han acabado tantas personas atrapadas por complicados sistemas de fe basados en el rendimiento? ¿Por qué nos empujamos más allá de nuestros límites en busca de más obras de las que cualquier fariseo razonable habría exigido? ¿Debemos correr a un ritmo entre enloquecedor y demencial para demostrar que estamos entre los fieles?
"¡No!" es la respuesta enfática del autor Charles Swindoll.
En esta obra clásica, que incluye una guía de estudio, Swindoll nos habla acerca de la fe que agrada a Dios; una fe sencilla que se aleja de la hipocresía religiosa. La hipocresía es algo con lo que muchos creyentes combaten constantemente. Mostrarse piadosos ante los demás es una tentación ante la que podemos caer, tal como lo hacían los fariseos. ¡Ellos llegaban al punto de hacer que tocarán una trompeta cuando daban una ofrenda! A ese extremo nos puede llevar el "espectáculo religioso", como lo llama el autor.
Lo peor de todo es que ese espectáculo suele ser algo vacío y carente de fundamento; algo que ni siquiera se hace para Dios, sino para que los demás nos vean. Se suma entonces a la hipocresía el peligroso orgullo religioso. ¿Y dónde queda la vida de fe? ¿Dónde queda el confiar en Jesús y en lo que Él hizo en favor de los Suyos?
Muchas son las advertencias que el Señor Jesús hizo acerca de la hipocresía. Ponerse una máscara para mostrarse piadoso es un acto desagradable a los ojos del Señor, es algo que debemos evitar a toda costa.
Este libro te ofrece una estimulante invitación a la fe sencilla y a alejarte del cristianismo frenético.