¿Piensas que el comportamiento de tu varoncito es anormal y que su forma de comportarse es un caso aparte a la de otros niños de tu familia o vecindario? ¿Tu hijo salta por todos lados, se le ocurren cosas que ponen en riesgo su vida y no deja de molestar a sus hermanos? Si así es tu hijo, de seguro que es un chico auténtico, pues se corresponde muy bien con el género masculino.

Existen casos contrarios en los que las niñas son hiperactivas y los varones muy tranquilos, como lo ves en algunos de los hijos de tus conocidos. ¿Resultado? Te sientes frustrado porque tu hijo varón no se comporta de esa manera. No obstante, ten presente que la mayoría de los varones son así, y ese es el ímpetu que los llevará a ser verdaderos hombres en el futuro.

 
“Conocer más sobre los niños te ayudará a entender con qué puedes lidiar, qué puedes arreglar y a qué debes acostumbrarte”.

En el libro Cómo criar a los varones, el Dr. James Dobson explica con su sabia experiencia el mundo de los varones y sus particularidades. Conocer más sobre los niños te ayudará a entender con qué puedes lidiar, qué puedes arreglar y a qué debes acostumbrarte. Existen patrones de crianza que determinan una mejor conducta, pero su comportamiento natural explotará en tu casa o en el centro comercial, y serás un testigo más de lo ocurrentes que pueden ser los varones.

También, es importante entender que hay formas específicas de criar a los varones y modelos que potencian la identidad y el papel que debe cumplir tu hijo. El Dr. Dobson explica estos modelos y la diferencia entre criar a un varón y criar a una niña.

“Criar niños y niñas de la misma forma es pasar por alto las características naturales que matizan una familia”.

Hoy en día, resulta lamentable ver cómo el pensamiento moderno ha querido eliminar estas diferencias en busca de tener una sociedad más «igualitaria». Sin embargo, este pensamiento termina siendo desleal con la naturaleza de cada género. Los varones son varones y se comportan como tales (y eso lo sabemos quienes tenemos varones en casa), lo mismo sucede con las niñas y sus conductas. Criar niños y niñas de la misma forma es pasar por alto las características naturales que matizan una familia y, después, nuestra sociedad en general.

Aunque hoy solo veas un niño inquieto, indiferente a la ley de la gravedad y que se balancea en el borde del desastre la mayor parte del tiempo, es un precioso regalo que si lo conduces por el buen camino, te proporcionara a ti y a la sociedad lo mejor que puede expresar su naturaleza única.

 

Ocurrencias de unos varoncitos:

Un amigo y yo encontramos una lata con gasolina en el garaje, y decidimos vaciarla en una boca de alcantarilla, encenderla y ver qué sucedería… Nos pusimos a tirar fósforos dentro, pero no sucedió nada, así que echamos toda la gasolina dentro. Finalmente, hubo un ruido como si fuera un motor a chorro arrancando, y luego un enorme estruendo. La tapa de la boca de alcantarilla salió volando por el aire y una tremenda llama subió […] La tierra se sacudió como si aquello hubiera sido un terremoto, y la tapa de la boca de alcantarilla cayó a cuatro metros de distancia… Lo que sucedió fue que el gas bajo por las líneas de alcantarillado… y los inodoros de todos nuestros vecinos explotaron. Ahora soy plomero, por eso sé exactamente lo que sucedió. Dave Washington, 1952 («Lo que se les ocurre a ellos»: Tomado del libro).

 

Citas y recursos Unilit:

Cómo criar a los varones, disponible en Editorial Unilit. Autor: Dr. James Dobson. Editorial Unilit 2018.