Uno de los desafíos más importantes para estos tiempos es la maternidad. ¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión de que «este bebé llegó sin un manual de instrucciones»? Quiero decirte que sí tenemos un manual llamado la Palabra de Dios, la Biblia.  Toda mujer se enfrenta a la maternidad y la sobrelleva a diario por puro instinto. Sin embargo, hay una manera para hacer que esa maternidad sea mejor cada día y que los hijos puedan disfrutar de la mejor versión de mamá. ¿Cómo esto es posible?

Dios usará a nuestros hijos para que aprendamos que aún hay elementos de nuestro carácter en los que debemos trabajar. Muchas veces esos retos serán de bendición, pues nos recuerdan la importancia de la oración y de los principios bíblicos. En medio de tus abrumadoras responsabilidades, tus días están llenos de actos heroicos enlazados con amor. Tú tienes el poder de Dios para ser la madre perfecta para tus hijos.

Uno de los desafíos más importantes para estos tiempos es la maternidad. ¿Cuántas veces hemos escuchado la expresión de que «este bebé llegó sin un manual de instrucciones»? Quiero decirte que sí tenemos un manual llamado la Palabra de Dios, la Biblia. Toda mujer se enfrenta a la maternidad y la sobrelleva a diario por puro instinto. Sin embargo, hay una manera para hacer que esa maternidad sea mejor cada día y que los hijos puedan disfrutar de la mejor versión de mamá. ¿Cómo esto es posible?

Dios usará a nuestros hijos para que aprendamos que aún hay elementos de nuestro carácter en los que debemos trabajar. Muchas veces esos retos serán de bendición, pues nos recuerdan la importancia de la oración y de los principios bíblicos. En medio de tus abrumadoras responsabilidades, tus días están llenos de actos heroicos enlazados con amor. Tú tienes el poder de Dios para ser la madre perfecta para tus hijos.

Te compartimos algunos principios que te ayudarán en tu tarea de ser madre y que podrás profundizar con más detalle en los capítulos de libro “Desde el corazón de una madre” :

 

· Reafirma tu identidad cultivando una autoestima saludable al amarte, y al aceptar tu personalidad, cuerpo e individualidad.

· Sé amorosa y paciente no solo con los demás, sino ¡contigo también!

· Pon empeño en superar el pasado y ciérralo de una vez; disfruta tu presente.

· Busca con carácter de urgencia un momento para estar contigo a solas, a fin de meditar, reconocer tus fortalezas y logros.

· Desarrolla el sentido del humor; no dejes de sonreír.

· Cuida tu salud; trata de disciplinarte a la hora de comer y hacer ejercicios.

· Debes entender que tu mejor relación y prioridad es tu familia, y que todos son hijos de Dios y, como tales, debemos hablarles, tratarlos y escucharlos.

· Elige tus batallas y enfócate en las cosas que puedes cambiar y son pertinentes a la salud emocional de tu familia.

· Establece fechas para resolver las cosas que te incomodan y atiéndelas en su turno, pero no dejes que las situaciones del pasado se adueñen de tu presente.

· Cuida tu salud espiritual, mental, emocional y física. Tu cuidado personal será solo tu responsabilidad.

· Tus hijos son una bendición envuelta en un regalo para ti. Sin embargo, ellos no son los responsables, y nadie lo será, de cuidar tu salud espiritual.

· La búsqueda constante en oración y la lectura bíblica serán tu oasis en medio de momentos difíciles.

· Déjate de excusas y de culpar a otros por no tener tiempo. La única persona dueña de tus decisiones y de tu tiempo eres tú.

· No quieras aislarte de la familia, de los amigos ni de tu comunidad de fe, pues esto no es saludable.

· Una buena conversación con una amiga será siempre terapéutica y medicinal. Créeme, no te hace mala madre salir con tus amigas y dejar a los niños encargados, · mientras haces algo tan sencillo como un encuentro de una hora en un lugar de comida.

· Busca tiempo para ti y, si es necesario, enciérrate en tu cuarto para ver televisión o terminar de leer este libro.

· Como parte de tu presupuesto, decide invertir en ti para comprarte algo, tomar un taller o participar de una conferencia para tu crecimiento personal.

· Recuerda que siempre nos encontraremos con momentos en los que debemos aumentar nuestra autoestima para establecer una adecuada actitud de confianza mental.

· Sé una persona bondadosa contigo y no te compares con los demás.

· Despréndete de las dudas sobre ti misma. No hay nadie como tú y eres la madre perfecta para tus hijos.

· De vez en cuando, desafíate a hacer algo que esté fuera de tu zona de conformismo habitual.

· Si te preguntara: «¿Qué deseas para tu hijo?». Es probable que una de tus respuestas sea: «Mi deseo es que mi hijo sea feliz». Siendo así, quiero decirte que la sabiduría es el medio para lograrlo.

 

En este libro, el segundo de su serie Mujer/Amiga, Dayna Monteagudo te invita a que te mires como la mujer con la tarea más importante: guiar a tus hijos hacia su propósito. Encontrarás las mejores herramientas para tomar decisiones, aclarar dudas e inspirar tu tarea de criar. No desmayes. Tú eres la máxima influencia en la vida de tus hijos, por asignación divina.

Dayna Monteagudo nació en Puerto Rico. Se desempeñó como trabajadora social por más de dieciocho años, por lo que ayudó a numerosas mujeres brindando servicios de asesoramiento, apoyo y planificación de seguridad.

En la actualidad, Dayna y su familia viven en Orlando, Florida, y trabaja como Directora Escolar en una academia cristiana privada. Además, es autora del superventas Desde el corazón de una amiga. Felizmente casada por veintiún años, Dayna y su esposo, Edgar Cortés, tienen dos preciosos hijos.

Editorial Unilit, Junio 2022.